Resumen
Los últimos avances de la enfermedad de Alzheimer requieren de ensayos clínicos adecuados para los nuevos tratamientos, los cuales requerirán de un cuidadoso diseño. La enfermedad es progresiva y presenta heterogeneidad clínica. Mientras las pruebas a gran escala en pacientes de edad avanzada son apropiadas en relación con los medicamentos u otros tratamientos desarrollados para prevenir la progresión de la enfermedad, las mediciones de los resultados en los ensayos de los tratamientos biológicos necesitarán de una cuidadosa planificación. Los estudios de caso son relevantes en los pacientes para responder algunas preguntas específicas. Los diseños de las pruebas relativamente cortas en los estudios cruzados pueden ser adecuados para los estudios farmacéuticos. La elección de las pruebas neuropsicológicas son de suma importancia para evaluar los cambios. Específicamente se excluyen los artefactos de evaluación/revaluación, y se evitan los efectos cielo y suelo. No son muy fiables las pruebas diseñadas para la elaboración en los déficits neuropsicológicos, ya que forman parte de las evaluaciones estándares del CI (coeficiente intelectual). Las pruebas se seleccionan y se desarrollan para cada paciente. Sin embargo, no es inevitable la generalización de los resultados en conjunto con los experimentos de la enfermedad. Es necesario elaborar pruebas psicológicas para medir los cambios. Las pruebas deben ser concluyentes y relevantes al problema clínico de demencia progresiva.
Traducciones Rodríguez 